PoeMas dE ofeRta IV.

Sin la pretensión nefasta del cruel bandido
¿Hubiésemos acaso corrido la suerte de vaga de los insolentes?


Si han caído a la luz de los hechos las caretas diversas de su cruel traición
si sus sucios bolsillos claman el placer de los torcidos
y sus moneditas sangrantes alardean jactanciosas una nueva victoria



A tiempo estamos señores de cortar el hilo indebido de su proclama soberbia
llamémonos Revuelta, Canción y Justicia


Acallemos su profecía despiadada con los gritos simbólicos de una nueva jugada
aplaquemos su cristal fragante con la suave furia de nuestra sangre
Sirvamos de escudo, carne de cañón y tinta de papel


Que a nuestros humildes huesos les baste
 con la tierra dichosa de la cual provienen