Debo haber estado en el infierno un millón de veces
he visto como caen sus amargos cristales ardientes sobre los campos
como han arrasado sus llamas
los senderos abismales de nuestro paraíso
He escuchado los gritos ensordecedores de los torturados
como lagrimean
humeantes
sus pesadillas
como corren a pasos cortitos
en sus pequeñas huídas
Los he visto caer
muchas veces
nunca levantarse
en sus cíclicas muertes
