Hace tiempo que quiero decirte algo
una palabra enredada entre mis cuerdas
una solitaria llamita de furia
Si se me acaban los minutos no es falta de tiempo
no es fracaso del torpe reloj en detención
ni culpa de la imposibilidad de los minutos
Si se tratara solo del cuchillo enterrado en mi pecho
no existiría este insensato ruido
ni este pequeño deseo encadenado
Estas palabras no hablan de amor
tortura o pasión
ni se oscurecen a la sombra del árbol traicionero
Al este cantan las aves
el último cantar en sus trinos
no lloran ni sufren mientras huyen del destino.